La solución a los actos vandálicos, el desgaste, el rayado y la erosión de las superficies acristaladas.
Realizamos la instalación de láminas antivandálicas sobre superficies lisas, lo que constituye una barrera invisible y de gran resistencia al impacto y a la abrasión.
Únicas en su género, han sido diseñadas para proteger el vidrio, las superficies de materiales plásticos, metal y otros materiales no porosos del desgaste y la erosión continua, del grafiti y de otros actos vandálicos.
El adhesivo especial que incorporan las láminas anti vandálicas, que no deja residuos, garantiza la rápida desinstalación y reinstalación del producto cuando se producen los daños.
Especialmente indicadas para escaparates y todo tipo de cristales a pie de calle susceptibles de padecer agresiones vandálicas, rayadas o firmas con ácido.
Es el método más económico y eficaz para proteger de las agresiones grandes cristaleras expuestas al vandalismo.
Nuestras láminas de protección solar y seguridad, mejoran notablemente el clima interior de las estancias durante las horas de exposición solar sin sacrificar ni la transparencia ni la visibilidad hacia el exterior y sin necesidad de tener que ajustar cortinas o persianas.Actúan como un filtro solar llegando a rechazar hasta el 80% del total de la radiación.
Al reducir la entrada de calor a través de los cristales de sus ventanas, reducimos la necesidad de tener que enfriarlo. Menor consumo eléctrico, mejor eficiencia y mejor clima al igualar las temperaturas interiores.
Además filtran más del 99% de los dañinos rayos ultravioletas.
En verano conseguirá ahorrar en climatización y en invierno también reducirá las fugas de calor hacia el exterior.
Las láminas de seguridad minimizan la dispersión de fragmentos de vidrio en caso de rotura accidental o intencionada (intento de robo o vandalismo) de puertas de cristal y ventanas, etc. Dicha rotura representa siempre un grave peligro, pues las astillas y fragmentos proyectados pueden causar daños a las personas que se encuentran en las proximidades, sobre todo a los más pequeños.
Las láminas de seguridad tienen entre 100 y 300 micras de espesor y en combinación con el espesor del propio cristal las sitúan claramente en cualquier nivel normativo que se desee alcanzar en cuanto a seguridad en acristalamientos.
De obligado uso en la industria alimentaria.
Incluso en el interior de las viviendas o edificios, estamos expuestos a los efectos nocivos de las radiaciones ultra-violeta. Aunque sea invisible, la radiación ultra-violeta tiene efectos muy perniciosos, no solo en nuestra piel, sino también en tejidos, muebles, moquetas, objetos de arte y colección, etc. En los comercios causa cuantiosas pérdidas por el género expuesto que se deteriora.
Nuestras láminas filtran más del 99% de la radiación ultra-violeta que penetra a través de los vidrios y que es el principal causante de la decoloración.
Además, algunas de nuestras láminas pueden llegar a rechazar hasta el 95% de la radiación solar infrarroja (que acaba por convertirse en calor) ayudando a proteger el género expuesto por más tiempo y manteniendo un perfecta visión hacia ambos lados del cristal.
Las láminas diseñadas para escaparates, son prácticamente imperceptibles al ojo humano.
Además ayudan de reducir la necesidad de climatización interior de las estancias al reducir la entrada de calor. Los sistemas de aire acondicionado funcionan menos forzados, consumen mucho menos y resultan más eficientes.